El MPT - Movimiento de los
Pueblos y los Trabajadores-
una tarea más vigente que nunca.
Está
en el aire como una urgencia antigua. De ella se habla en medio de las marchas,
de la huelga, de las tomas, en los muros de las poblaciones, en las fábricas, se rumorea en las oficinas, en las plazas
populares, en las reuniones de distinto signo,
se fundamenta en los liceos y universidades. Lo dicen los trabajadores, la militancia
popular, los pueblos en lucha. La unidad de las múltiples iniciativas anticapitalistas
es un compromiso, una exigencia histórica y una necesidad a gritos cuando la crisis
gatillada en el corazón del imperialismo castiga violentamente a los trabajadores
y los pueblos en el mundo, Latinoamérica y en Chile.
(del Manifiesto Fundacional, abril 2009)
Los
acuerdos básicos que dieron origen al Movimiento de los Pueblos y los
Trabajadores -MPT- en la asamblea de organizaciones anticapitalistas celebrada
en el Sindicato de Madeco en Santiago el 4 y 5 de abril de 2009, junto con el
análisis de la coyuntura que vivía Chile a la fecha y los considerandos que
hacían imperiosa la constitución de un movimiento anticapitalista unitario,
tienen plena vigencia. Las transformaciones en la coyuntura del país, sucedidas
en los últimos seis años, no hacen sino confirmar la necesidad de constituir
este empeño unitario, con el fin de enfrentar la situación que viven los
pueblos y los trabajadores a manos del capitalismo en su versión más salvaje.
Todas estas consideraciones hacen urgente la unidad de los trabajadores y
de los pueblos, en un proyecto de cambio social revolucionario, efectivo,
viable y a la vez soñador.
Pero las
fuerzas contrarias al capitalismo salvaje, no hemos estado a la altura de los
hechos, para levantar una alternativa que reemplace al actual régimen por un
sistema más honesto, más humano, que mejor represente los intereses de las
grandes mayorías que queremos lograr un mejor vivir.
No ha
sido la utopía, ni el proyecto de cambios, lo que ha rendido efecto para las
clases populares y sus organizaciones políticas; si en 2009 constatábamos las
injusticias sociales, la crisis política y económica del modelo neoliberal y la
necesidad de las grandes mayorías de contar con un instrumento político para ver
bien defendidos y realizados sus intereses de clase, en el presente estas
motivaciones no han cesado, la brecha social entre los pocos y los muchos no se
ha zanjado, las reformas y los cambios no han llegado.
Queremos
revertir la desmovilización y la frustración de las masas populares,
aprovechando que ante el destape de la olla de la corrupción, hay muestras de
cambio en la actitud de los sectores sociales. Queremos satisfacer las
necesidades y acabar con las carencias de los movimientos sociales, en cuanto
no se cohesionan en un proyecto político. Queremos construir ese movimiento
político alimentado por la comunión permanente de las orgánicas con los
movimientos sociales, a través del ejercicio del trabajo de base en cada frente
social.
Creemos
indispensable llamar a ser dignos y desobedecer a un sistema basado en las
injusticias de la tiranía, transadas por la clase política servil a los
poderosos. No podemos seguir regidos por una constitución impuesta con
fusilamientos, falsos enfrentamientos, desapariciones y torturas; no podemos
hacernos parte de un régimen del terror administrado por gente de civil.
Tenemos derecho a rebelarnos con todas las fuerzas e instrumentos de que
dispongamos. Tenemos que ser dignos ante los saqueadores de nuestra tierra:
ejerzamos soberanía, luchemos hasta la liberación del país, hasta que las
fuerzas populares se tomen y recuperen lo que les es propio.
¡¡Queremos unir todas las luchas, para que los
pueblos y los trabajadores manden!!